MI EUROPA
«…decidí escribir un libro sobre un europeo oriental que nació más o menos cuando las multitudes de París y de Londres vitoreaban a los primeros aviadores; sobre un hombre que mucho menos que nadie puede caber en los conceptos estereotipados del orden alemán y de la alme slave rusa.» Así habla de su propio libro, de Mi Europa, Czeslaw Milosz. Después del impacto que causó con La mente cautiva, vuelve en este nuevo libro a adentrarse en el mundo que también alimenta su poesía, su territorio natal, los bosques de Lituania, su infancia viajera a causa de los destinos de su padre, el deslumbramiento y la importancia de Vilna, su formación, la influencia del catolicismo, de las ideologías, el auge del comunismo y del fascismo, la multiculturalidad de todo su mundo en esa porción de Europa antes de ese mismo concepto, viajes a la Europa occidental y a Rusia, todo un mundo que ya ha desaparecido y que el gran poeta polaco evoca con un lenguaje lírico desprovisto de cualquier añoranza fácil y de cualquier cliché que contribuya a encasillar con excesiva ligereza. Con este libro asistimos a la recreación de ese mundo dentro de unas coordenadas geográficas que demasiadas veces han sido olvidadas por la centralidad que ha determinado el discurso en Europa. Una zona casi olvidada, una terra ubi leones que volvía a aparecer sólo en las grandes contiendas que ha dado el siglo xx. El libro de Czeslaw Milosz cobra una vigencia inusitada en estos tiempos de confrontación e incertidumbre dentro de las fronteras europeas, tanto las geográficas como las mentales.
Miłosz, Czesław
Nació en Szetejnie (Lituania) y murió en Cracovia en 2004. Ensayista, narrador, traductor y, ante todo, poeta, es una de las figuras más relevantes de la literatura contemporánea. Los acontecimientos históricos del siglo XX le obligaron a un exilio continuo, primero dentro de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial y, después de ésta, en Francia y en los Estados Unidos, donde se estableció en Berkeley a principios de los años sesenta. No regresó a Polonia hasta 1993. Durante todo su periplo no abandonó nunca la lengua polaca, que se convirtió en su único refugio. Relacionado en los inicios de su creación poética con el movimiento del Catastrofismo, que anunciaba una inevitable y violenta destrucción de la civilización y del mundo durante la época de entreguerras, su obra evoluciona hacia un tipo de poesía de orden más social y adopta después un tono metafísico, contemplativo, aunque es importante señalar que la visión religiosa de Miłosz se plantea siempre bajo el prisma del maniqueísmo. Desde que rompió cualquier tipo de relación con el régimen comunista, en 1951, hasta la década de los ochenta, su obra estuvo prohibida en Polonia, aunque circulaba en ediciones no oficiales. En Estados Unidos, su país de adopción, Miłosz empezó a ser conocido como poeta tan sólo a partir de la segunda mitad de los años setenta. En 1978 recibió el Premio Neustadt y, en 1980, el Premio Nobel de Literatura, que contribuyó a difundir su obra. Su amplia obra poética contiene más de quince libros de poemas; los dos primeros libros que publicó, Poema sobre el tiempo congelado (1933) y Tres inviernos (1936), ya lo situaron como uno de los poetas más sólidos de su generación. A éstos, les siguieron libros tan importantes como Salvación (1945), Ciudad sin nombre (1969), Desde donde el sol sale hasta donde se pone (1974), Tierra inalcanzable (1984), Crónicas (1987), A la orilla del río (1994) u Otro espacio (2002). En Miłosz confluye una serie de temas y de formas que originan una obra de carácter único. La búsqueda de la realidad, el carácter elegíaco acerca de la transformación por el paso del tiempo, la reflexión acerca de la identidad (igual y cambiante sin cesar), la contradicción, la creencia en un sistema de valores establecidos o la ruptura entre el mundo científico y el de las humanidades son aspectos que indagan sus poemas. En cuanto a la forma, Czesław Miłosz amplía las fronteras del verso, con una dicción muy particular que se ha convertido en uno de los elementos más característicos de su obra. La traducción de los libros de los Salmos le lleva a introducir nuevas formas de dicción en la poesía polaca contemporánea. La poesía de Miłosz tiene un marcado carácter polifónico con el que vehicula las diferentes visiones sobre el mundo y la realidad.