Las conmemoraciones tienen lugar en distintos lugares de Polonia, pero, sin duda, las celebradas en la capital tienen el carácter más especial. A las 17.00 horas se activan las sirenas de alarma que suenan durante un minuto. Mientras tanto, el transporte público, los coches y los habitantes de Varsovia se paran para rendir homenaje a los insurgentes y los asesinados habitantes de la ciudad. Así se recuerda la “Hora W”, el momento del inicio de la lucha.
El Levantamiento de Varsovia estalló el 1 de agosto de 1944, y duró 63 días, hasta el 3 de octubre de 1944. Casi 50 mil insurgentes de la resistencia polaca (Armia Krajowa) se enfrentaron a las tropas alemanas que ocupaban la capital polaca desde el 1939, siendo así el mayor alzamiento durante la Segunda Guerra Mundial.
Frente a la indolencia de las unidades del Ejército Rojo, ubicadas al otro lado del río Vístula, y a la desigual de las fuerzas insurgentes contra las fuerzas de Alemania nazi, la lucha costó la vida de aproximadamente 16,000 insurgentes de la resistencia polaca y 150,000 civiles polacos. Como consecuencia de la lucha y de la demolición posterior por parte de las tropas alemanes -llevada hasta el 16 de enero de 1945-, más que 70% de los edificios residenciales y el 90% de los monumentos históricos de la capital quedaron destruidos.
Galería del Museo del Levantamiento de Varsovia
https://www.flickr.com/photos/polandmfa/sets/72157656557804275
MFA Press Office