Homenaje a Lilliana Skorel por su heroica participación en el Levantamiento de Varsovia en 1944
La soldado polaca, que “contribuyó con su heroísmo a una de las gestas más importantes protagonizadas por el pueblo polaco, en defensa de su libertad e independencia”, emigró a Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial y posteriormente se instaló en España.
El acto dio comienzo con la interpretación de los himnos nacionales de Polonia y España, al tiempo que los miembros de Poland First to Fight rendían honores militares.
Asistieron el alcalde Eduardo Arilla Pablo, el concejal de cultura Jorge Jiménez Fernández, el presidente del Instituto de Estudios Borjanos, Manuel Gracia Rivas, y una de las hijas de Lilliana Skorel, Cristina Sánchez del Río Skorel, junto a su marido. La parte polaca estuvo representada por la cónsul de la República de Polonia en Madrid, Justyna Tokarska, el agregado militar coronel Robert Tkaczyk y la directora adjunta del Instituto Polaco de Cultura en Madrid, Gabriela Słowińska. Al acto asistió también el cónsul honorario de la República de Polonia en Pamplona, Ángel Tellechea Goyena, y la responsable de Cultura del consulado de Polonia en Pamplona, Anna Radomska.
Durante el acto oficial en el cementerio, que finalizó con el responso rezado por el sacerdote polaco Mariusz Pielużek, se descubrió una placa conmemorativa en honor a Lilliana Skorel y se depositaron ofrendas florales. Posteriormente, se realizó una visita al ayuntamiento, donde los diferentes representantes de las instituciones firmaron en el libro conmemorativo. Desde la Casa Consistorial, la comitiva se desplazó hasta la Casa de Aguilar, sede del Centro de Estudios Borjanos, donde pudieron contemplar el retrato de Lilliana Skorel y el de su esposo Carlos Sánchez del Río Sierra, realizados por el artista borjano Jacinto del Caso. En este mismo espacio, tuvo lugar una mesa redonda, moderada por el representante del Instituto Polaco de Cultura Ernest Kowalczyk, en la que participaron el profesor Grzegorz Bąk, de la Universidad Complutense de Madrid, y Alberto Trujillo, presidente de la asociación Poland First to Fight, organizadora de esta jornada. Al finalizar la mesa, el presidente del Centro de Estudios, en nombre del escritor borjano Luis Zueco, hizo entrega a la Cónsul General y al Agregado Militar de dos de sus novelas traducidas al polaco, evidenciando así el gran vínculo hispano-polaco existente.
El colofón fue la inauguración de la exposición «El levantamiento de Varsovia de 1944. La batalla de Polonia”, preparada por el Instituto de la Memoria Nacional y que contó con el apoyo del Instituto Polaco de Cultura en Madrid. La exposición podrá visitarse durante las próximas semanas en el propio Centro de Estudios Borjanos (Casa de Aguilar).
El acto fue muy bien recibido por la comunidad local, que no conocía el pasado insurgente de Lilliana Skorel. El presidente del Instituto de Estudios Borjanos, que conoció personalmente a la homenajeada, así como a su marido, el eminente físico nuclear Carlos Sánchez del Río, destacó que el acto del sábado permitió conocer un episodio de su vida hasta ahora desconocido, y añadió que «no hay soldados anónimos para la patria». El alcalde, por su parte, señaló que los jóvenes de entre 15 y 17 años, cuya edad se corresponde a los que tenía la propia Lilliana Skorel en el momento del levantamiento, «deberían visitar la exposición para ver el derrame de sangre que supuso la Segunda Guerra Mundial en Europa». De hecho, la invitación a visitar la exposición se cursará oficialmente a todos los centros docentes de la ciudad. Asimismo, la asociación Poland First to Fight hizo entrega de un tríptico que, bajo el título “Polonia no se rinde”, ofrece información sobre aquellos hechos y que los propios visitantes podrán llevarse a casa.
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Fot. Tomasz Słowiński