“El drama de Varsovia (1939-1944)”, recuperado por la Editorial Espasa, es el testimonio olvidado y extraordinario de un español que vivió la Segunda Guerra Mundial en Polonia. Casimiro Granzow de la Cerda escribió su relato tras salir de Polonia, y en 1946 lo publicó en español y en francés.

El diplomático español fue testigo directo de los importantes sucesos que tuvieron lugar: desde la invasión nazi en septiembre de 1939 a la creación del gueto, las deportaciones y la insurrección de la ciudad en 1944 ante la cercanía de las tropas soviéticas, con la vana esperanza de que contarían con su apoyo, hasta que los nazis asolaron completamente la ciudad. 

Estamos ante un testimonio único, bien escrito y con mucha fuerza narrativa. Sus cartas relatan las atrocidades que llevó a cabo el Tercer Reich para anular la identidad y la cultura del pueblo polaco. Tras el alzamiento civil de Varsovia en 1944, y ante la ausencia de apoyo exterior, la contraofensiva alemana redujo a escombros el 85% de la ciudad.

En octubre de 2020 se cumple el 80 aniversario de la implantación gueto de Varsovia en el centro de la capital polaca, entre octubre y noviembre de 1940. Fue el mayor gueto judío establecido en Europa por la Alemania nazi durante el Holocausto en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

CASIMIRO GRANZOW DE LA CERDA
Casimiro Granzow de la Cerda, hijo de la española Pilar de la Cerda y del arquitecto y constructor polaco Stanisław Granzow, nació en Varsovia en 1895 y murió en Buenos Aires en septiembre de 1968. En su juventud tomó de su abuelo la gestión de las industrias familiares en Varsovia. Se casó en 1919 con María Gracia Chaguaceda y tuvieron un hijo, Fernando. Representó los intereses del Gobierno español en Polonia como cónsul honorario desde 1919 hasta 1931, en que presentó su dimisión. Pasó nuestra Guerra Civil en Ávila con su esposa e hijo. En febrero de 1939 regresó a Varsovia, ejerciendo como cónsul de España. Con la ocupación alemana, y tras la evacuación de las embajadas, se hizo cargo de la Legación española en Varsovia, dependiente de la Embajada en Berlín por exigencia del Gobierno alemán. Permaneció en la capital polaca hasta finales de julio de 1944, cuando ante la inminente llegada de las tropas soviéticas hubo de cesar su actividad diplomática, dada la comprometida relación entre España y la URSS, y se vio obligado a abandonar la Legación y la ciudad.
Tras permanecer un tiempo en Praga y en Lausana al finalizar la guerra, regresó a España. En 1946, el año que se publica “El drama de Varsovia”, emigra a Sudamérica para comenzar de cero nuevas iniciativas empresariales. Residió en Argentina hasta su muerte. Fue miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia, caballero de la Orden de Isabel la Católica y receptor de la Cruz de Carlos III y de la Cruz de la Orden de la Reconstrucción de Polonia.

Fuente: nota de prensa de Editorial Espasa

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