La tarea que nos ha tocado ensalzará el nombre del soldado polaco en todo el mundo: el 75º aniversario de la Batalla de Monte Cassino

La colina de Monte Cassino y la Abadía benedictina situada en su cima tenían una importancia crucial para el sistema defensivo alemán, la llamada Línea Gustav. Durante la primera mitad de 1944 las tropas alemanas, que controlaban el convento fortificado, sin aparente dificutad lograron rechazar varias ofensivas aliadas. Los consecutivos ataques de las unidades americanas, británicas, francesas, canadienses, surafricanas, neozelandesas e hindúes acabaron todos por derrotados.

De acuerdo con la decisión del General Władysław Anders, en la cuarta ofensiva participó el 2º Cuerpo Polaco, que había estacionado en Italia desde principios de 1944. El 11 de mayo de aquel año, el General Anders se dirigió a sus soldados con una orden histórica:

Soldados:

La tarea que nos ha tocado ensalzará el nombre del soldado polaco en todo el mundo. En estos momentos estarán con nosotros los pensamientos y los corazones de toda la Nación. Nos sustentarán los espíritus de nuestros compañeros de armas caídos. ¡Qué el león more en vuestros corazónes!

Soldados: ¡Recordad el ataque criminal de los Alemanes a Polonia! ¡El reparto de Polonia que hicieron junto con los bolcheviques! ¡Miles de aldeas y ciudades destruidas! ¡Centenares de miles de nuestros hermanos y hermanas torturados y asesinados! ¡Millones de polacos mandados como esclavos a Alemania! ¡El sufrimiento y la desgracia de nuestro País, nuestros propios sufrimientos y nuestro exilio! ¡Vamos adelante con la fe en la justicia de la Providencia Divina y con el lema sagrado “Dios, Honor y Patria” en nuestros corazones!

A pesar de que las dos primeras cargas fueran rechazadas por los alemanes, tras casi una semana de una lucha sangrienta, las defensas alemanas cedieron y la Abadía fue conquistada. El 18 de mayo de 1944, a mediodía, en Monte Cassino se izó la bandera blanco-roja. En la lucha perecieron 923 polacos, 2931 sufrieron heridas, y 345 soldados desaparecieron en combate.

La batalla de Monte Cassino constituye un testimonio del valor y del sacrificio de los polacos, así como de su solidaridad con las otras naciones que luchaban contra el nazismo. La victoria polaca, crucial para el destino de la II Guerra Mundial advirtió a los líderes occidentales de las aspiraciones de los polacos de reestablecer una Polonia libre. Todo eso, en el momento cuando la Unión Soviética ocupaba ya la mitad del territorio de la Polonia de Entreguerras. No obstante, el futuro de Polonia después de la guerra ya se había decidido a raíz de las estipulaciones entre Stalin, Roosevelt y Churchill durante la Conferencia de Tehrán en 1943, luego confirmadas en Yalta.

Todavía durante el asedio de Monte Cassino fue tomada la decisión de construir allí un cementerio para enterrar a los soldados polacos perecidos en la batalla. Hoy en día, el cementerio militar en Monte Cassino es una de las necrópolis polacas más importantes.

Las luchas por Monte Cassino fueron también conmemoradas con una placa en el Monumento al Soldado Desconocido en Varsovia y una inscripción en la antorcha en Monumento al Soldado Desconocido en Cracovia. En 1999, cerca de la calle W. Anders en Varsovia se inauguró el monumento en honor a los héroes polacos que participaron en la batalla.

Oficina del Portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores