El libro «Bucarest. Polvo y sangre», de la reportera polaca Margo Rejmer, se adentra en la ciudad que moldeó el Genio de los Cárpatos y ausculta el alma rumana para detectar las huellas que dejó uno de los totalitarismos más atroces del siglo XX europeo.
MAYO, 2019 – Entre polvo y sangre. Así acabó el Padre de la Nación, el Genio de los Cárpatos, el Hijo más Destacado de la Tierra Rumana: Nicolae Ceauşescu, fusilado por su pueblo en la Navidad de 1989. Bucarest es un viaje al pasado y al presente de una capital que sufrió el hambre, el frío y los horrores de aquel comunismo personalista. Un sistema marcado por el delirio megalómano, la paranoia del espionaje y la delación, y el miedo a un dictador que anheló tener sus propias hormigas, sus propios hormigueros y su propio prado hor¬migonado donde las hormigas bailaran en su honor. El libro, traducido a cinco idiomas y merecedor de numerosos galardones europeos (Premio Newsweek al Mejor Libro de No Ficción; Premio TVP Kultura; Premio Gryfi a Literary de escritoras; y nominado a los Premios Polityka’s Passports y Nike Literary) llega esta semana a las librerías españolas publicado por La Caja Books.
Con las armas del mejor periodismo y una escritura desbordante que combina el lirismo con la fuerza de los testimonios, la reportera polaca Margo Rejmer traza el retrato caleidoscópico de una ciudad de neones y cemento gris que conserva la huella del totalitarismo. Un lugar donde los ideales han sido reemplazados por la vida prosaica del capitalismo en crudo. Una urbe donde las esperanzas que sembró la revolución se han tornado desencanto y resignación. Como dicen los rumanos, «asta e»: es lo que hay.
Rejmer pasea fascinada entre hordas de perros callejeros –rastro espectral del periodo socialista– y rememora el mosaico de la Bucarest de entreguerras: judía, griega, rural, burguesa, gitana, seudoparisina y caóticamente balcánica. La autora se sumerge en las historias anónimas de la Rumanía poscomunista y, en la mejor tradición de la Nobel Svetlana Alexiévich, escucha de cerca a sus gentes. Como las mujeres que sufrieron la desconocida atrocidad de los abortos ilegales en masa: un trauma colectivo manchado con la sangre del dolor íntimo y cubierto por el polvo de una Historia que se quiere olvidar.
La autora de este libro caudal para entender la historia europea y su memoria posterior explora las consecuencias de vivir a la sombra de un pasado indescriptible y el poso amargo que de él persiste. Recuerdos imborrables como el de la «reeducación a través de la tortura» para aprender a la fuerza la nueva fe comunista. “En la prisión de Piteşti, el sufrimiento se despega del cuerpo y de la huma¬nidad. Las personas moribundas aúllan como animales moribun¬dos. Las paredes de las salas de tortura están insonorizadas, los gritos dejaban sordos a los guardias. A los prisioneros se les golpea tanto que dejan de ver y oír. De ellos solo quedan manchas de orina y sangre, pedazos de dientes, mechones de pelo, esputos sanguino¬lentos. En el charco queda algo de persona. Lo que sacan a rastras, esa figura desdibujada, también es ese algo de persona”.
En su libro, Rejmer se fija en la gota de sangre individual dentro del mar del dolor rumano. Atiende a las leyendas tradicionales rumanas, a los dichos populares, al humor negro de los chistes rumanos (un género en sí mismo) y, cómo no, a la intrahistoria, reflejada en viejos cánticos infantiles como el de “tres colores conoce el mundo, rojo como la carne que no hay, amarillo como la piel de los niños y azul como el cielo de los países a los que no se puede via¬jar”.
Y, pese a todo ese recuerdo, Margo Rejmer explora la resaca poscomunista. “Los rumanos siguen recordando: el país se mide con la figura de Nicolae Ceauşescu. Cuanto más difícil se vuelve la vida ahora, tanto mayor es la nostalgia de los tiempos pasados, cuando la gente era joven, fundaba familias y el Estado les proporcionaba vivienda y un lugar en la lista de espera de un coche, un televisor o un teléfono. Según una encuesta de 2010, el sesenta y uno por ciento de los rumanos considera el comunismo una ideología justa. Hasta el cuarenta y seis por ciento de los ciudadanos tiene un recuerdo positivo del período del gobierno de Ceauşescu. Solo el dos por ciento asocia los tiempos pasados con la miseria. Hoy muchas personas dirán sin pensárselo dos veces que las cosas nunca han estado tan mal como ahora”, traslada la autora. «Asta e»: es lo que hay.
Sobre la autora:
Margo Rejmer (Varsovia, 1985) es escritora y periodista. Colabora en los principales periódicos y revistas de Polonia como Gazeta Wyborcza, Polityka o Herito. Considerada la nueva gran revelación del reporterismo polaco, su libro «Bucarest. Polvo y sangre» ha sido galardonado con el prestigioso premio TVP Kultura y ha sido traducido a cuatro idiomas. Actualmente reside en Tirana, desde donde ha escrito el aclamado libro «Barro más dulce que la miel. Voces de la Albania comunista», premio Paszport Polityki 2018, que pronto verá la luz en esta misma colección.